Fundamentos




Durante los siglos pasados el mundo fue arrasado por ideas completamente opuestas, por un lado los totalitarismos que colectivizaban al hombre reduciéndolo a un número (comunismo) y por el otro quienes reducían al hombre a una mercancía (el capitalismo y el liberalismo). Pero esos tiempos han pasado, todas esas ideas deben ser superadas y remplazadas por una concepción nueva fundada tanto en el individualismo como en el colectivismo.

Colectivista porque el estado y el pueblo son parte de un único cuerpo encaminado a un destino común, la Nación.

Individualista por la negación de la riqueza material y la importancia fundamental de la riqueza espiritual de cada persona.

El eje sobre el que tiene que girar todo el sistema, tanto en lo político como en lo económico, debe ser el Hombre, pero no el Hombre de la sociedad moderna ni el nuevo hombre socialista, sino un hombre fundado en valores eternos que construyan su persona para así poder cambiar el mundo de manera positiva. 

El hombre no es sólo una enumeración de derechos sino una construcción de valores eternos de vida, libertad, integridad, honor y dignidad. Y el cumplimiento de su deber: ser la base de la familia, construir la familia y de esta manera sentar las bases de una sociedad mejor.
La nación argentina es una Unidad Invencible, una unidad de destino encaminada a conquistar la gloria o morir en el intento. La gloria es la posición que le corresponde en el mundo, lo que implica el beneficio de todos los argentinos con el fin de alcanzar una sociedad que supere la lucha de clases, y pudiendo nacer, crecer, vivir y morir con todas las posibilidades sociales y la dignidad que se merece como un ser humano y espiritual.
Los problemas sociales no tienen solución posible dentro del sistema capitalista y liberal, y mucho menos dentro del sistema comunista que propone la izquierda.
Para solucionar este problemas debemos sindicalizar el estado en base a un sindicalismo unitario y vertical. D esta manera los trabajadores serán propietarios de los medios de producción
El motor de la economía, el valor del dinero, el derecho al beneficio y la dignidad laboral del trabajador no pueden tener otro fundamento que el del trabajo. La especulación y la usura estarán prohibidas.
Nos oponemos al marxismo  por ser un idea destructora de la nación, la espiritualidad y la tradición y causar el enfrentamientos intestinos que llevan a  carnicerías sin fin.

Nuestra idea no es una idea de dogmas, libros y grandes compendios científicos. Nuestra idea es la idea de la acción, porque la práctica sin ideas es la búsqueda y solución del problema en el menor tiempo posible y de la manera más efectiva. Una idea sin práctica no es más que una mentira.


Nos oponemos a la democracia como es entendida hoy en día por ser un boleto fácil para los cadetes de la corrupción. Debemos buscar una nueva forma de democracia, donde gobierne el más capacitado y no el más carismático (como sucede hoy).


Somos anti-pacifistas. La paz es conformismo y pura autosatisfacción, nosotros somos una idea de la lucha, de guerra constante, buscamos el problema y lo combatimos. El pacifismo es el arma ideal de un mundo perfecto, pero el nuestro es un mundo infectado de la putrefacción marxista, capitalista y liberal. El único camino para la paz es la guerra.

Debemos formar nuevos hombres y mujeres con base en la tradición, en la moral, en el estudio y en la justicia. Si cambiamos al hombre, si formamos un hombre recto y justo, el cambio de nuestra nación hacia un futuro grande y luminoso será inevitable.

Nos oponemos totalmente a la política criminal del aborto que acaba con la vida de miles de personas al año en un genocidio que muchos intentan de justificar siendo injustificable. Con al nueva ley que aprueba el aborto sentimental un país que defiende los derechos humanos comete un genocidio que contradice sus propios ideales.

Aún así defendemos la pena de muerte contra los autores de los crímenes más graves como el asesinato y violación por considerar que estas son personas peligrosas para el resto de la sociedad y sin posibilidad de recuperarse.


El Nacionalismo Católico es un conjunto de ideas fundadas en la Doctrina Social de la Iglesia y el catolicismo social. En la Argentina sus principales referentes han sido los sacerdotes católicos Julio Meinvielle y Leonardo Castellani, y los filósofos Jordán Bruno Genta y Carlos Alberto Sacheri, éstos dos últimos asesinados por la organización guerrillera Ejército Revolucionario del Pueblo en 1974. También el destacado escritor Hugo Wast. En la actualidad existe un Grupo de Investigación Carlos A. Sacheri, que ha publicado el libro La primera guerra del Siglo XX argentino.

El Nacionalismo Católico contiene las siguiente sideas: 

En general, sus posiciones coinciden con las de la Iglesia católica.

Valora positivamente el legado grecolatino, el medioevo y la hispanidad.


Sostiene que la vida humana se inicia durante la concepción, por lo cual rechaza el aborto.

Tiene una concepción tradicionalista de la familia.

Reconoce el derecho de propiedad privada.

Proclama los principios de primacía del bien común y de subsidiariedad del Estado.

Aunque es "accidentalista" en materia política, prefiere un gobierno "fuerte" a la anarquía.

Favorece la existencia de sociedades intermedias (véase gremialismo).


Se opone al relativismo moral y al laicismo.

Es partidario de posibilitar la enseñanza religiosa en las escuelas (o de mantenerla en aquellos países en que se realiza).

No existe en el nacionalismo católico nada parecido a la doctrina racial del nacional-socialismo. Cualquier duda sería despejada, desde que el Papa Pío XI "condenaría al nacional-socialismo en la encíclica Mit brennender Sorge, dirigida al episcopado alemán en el transcurso del año 1937". y que tuvo importante repercusión. Por ejemplo, Meinvielle consideraba que el fascismo constituía la traducción política del panteísmo hegeliano y también -siguiendo las enseñanzas del documento- caracterizaba al nacionalsocialismo como un movimiento cultural formalmente precristiano y esencialmente pagano, en su pretensión de recrear los mitos nórdicos de las antiguas divinidades germánicas. El nacionalismo católico sigue las enseñanzas de la Iglesia también en este aspecto.

No tiene ninguna relación con el separatismo.

En la actualidad, no se definen ellos mismos como nacionalistas católicos, puesto que el nacionalismo como ideología, entendido como exaltación de lo propio frente a lo extranjero, es rechazado por la Iglesia, contraponiéndosele la virtud cristiana del patriotismo, que obliga al servicio a la comunidad.


El Nacional Sindicalismo es un sistema ideológico fundado por José Antonio Primo de Rivera. Que se caracterizo por su catolicismo y su oposición al capitalismo y al marxismo por igual.

José Antonio consideraba que la unidad de España se debía a una unidad de destino, a una voluntad de imperio y buscaba la unificación cultural y económico de las naciones pan hispánicas.


En el Nuevo Estado Sindical la lucha de clases que divide a la nación serán superadas por el Sindicato Vertical, que agruparía en un mismo organismo a empresas y trabajadores de una misma rama de la producción.  Los medios de producción se sindicalizarían y se administrarían según la auto-gestión. Entregándose la propiedad sobre los medios de producción a los trabajadores.




El término anti capitalismo se refiere a una extensa colección de ideologías, movimientos y actitudes que se oponen en forma total, o parcial, al capitalismo.
En general, algunos anti capitalistas pueden estar a favor de algún tipo de colectivismo o comunitarismo económico o social, pero no todos y no necesariamente (existen anti capitalistas que defienden diferentes niveles de propiedad privada).
Somos anti capitalistas porque el capitalismo al igual que el comunismo reduce al hombre a un mercancía y promueve una cultura anti moral y materialista en que el valor de las personas es proporcional a la capacidad de consumo o la propiedad que posea, reduciendo así el valor espiritual de la persona. Por otra parte el capitalismo explota al hombre de una manera devastadora para su persona, reduciéndolo bajo un sistema opresor que convierte su forma de vida en una esclavitud moderna.




La Iglesia Católica tiene una larga historia de anticomunismo. El Catecismo de la Iglesia Católica de 1992 afirma: "La Iglesia ha rechazado las ideologías totalitarias y ateas asociadas en los tiempos modernos al ‘comunismo’ o ‘socialismo’. Por otra parte, ha rechazado en la práctica del ‘capitalismo’ el individualismo y la primacía absoluta de la ley de mercado sobre el trabajo humano. La regulación de la economía por la sola planificación centralizada pervierte en su base los vínculos sociales; su regulación únicamente por la ley de mercado quebranta la justicia social, porque ‘existen numerosas necesidades humanas que no pueden ser satisfechas por el mercado’. Es preciso promover una regulación razonable del mercado y de las iniciativas económicas, según una justa jerarquía de valores y con vistas al bien común".
El papa Juan Pablo II fue un duro crítico del comunismo, y otros papas compartieron este punto de vista, por ejemplo el papa Pío IX publico la encíclica papal Quanta cura en la que llamaba al "comunismo y el socialismo" el error más fatal.
Durante la Guerra Civil Española, la Iglesia Católica se opuso a las fuerzas frente populistas, y rezó por la victoria de Franco y sus partidarios.
Además el marxismo es un sistema puramente materialista que reduce al hombre en una célula sin importancia dentro de la colectividad, los convierten en maquina al servicio de la dictadura del proletariado y explotándolo de la misma manera que lo hace el capitalismo.
El comunismo es una mentira, una utopía de soñadores para engañar a los obreros y someterlos a una lucha perdida y sin sentido. El trabajador debe vivir y luchar en la realidad y no en un mundo de fantasía sacrificando lo poco que tiene por una clase dirigente que terminara explotándolo.



La autarquía o autosuficiencia es un pensamiento político por el cual un país debería poder sustentarse por si solo o con con el menor intervención de relaciones con el extranjero. Un sistema económico como este se puede dar en países con gran cantidad de recursos naturales e industrialización, es por este motivo que el movimiento fomenta la mayor industrialización del país. Consideramos que la patria, gracias a su gran cantidad de recursos naturales, podría mantener una autarquía y de esta manera lograr la total independencia del exterior y de sus influencias



«Si vis pacem, para bellum» («Si quieres la paz, prepárate para la guerra»).

Para que la Argentina pueda reclamar su posición ante el mundo así como sus territorios sometidos al imperialismo y aquellos territorios históricos perdidos así como también imponer su real soberanía ante la presencia de la amenaza extranjera, debe convertirse un país poderoso. un país poderoso no solamente lo es en su industria sino en su poder militar.


Aunque la nación desarrolle una fuerte economía todavía sera susceptible a al imposición violenta del imperialismo y por lo tanto su soberanía no sera respetada. Debemos crear unas fuerzas armadas fuertes, numerosas y bien equipadas, lo suficiente para plantar cara al invasor ingles y las demás naciones que quieran imponer su palabra sobre la nuestra. 




Tradicionalismo, en la historia de la filosofía, es la tendencia a valorar la tradición en cuanto conjunto de normas y costumbresheredadas del pasado.
El tradicionalismo se basa en que la verdad proviene de una fuente divina (revelación). El error no es una consecuencia de un malaprendizaje subsanable por su corrección, sino un castigo; por lo tanto, la verdad no es asunto de la razón, sino de la autoridad, transmitada por la tradición y el legado histórico.
La tradición, según yo entiendo, consistiría en repetir o imitar lo que hacían nuestros antepasados. La cuestión principal de la tradición así entendida se traduce en cómo construir una casa, cuándo sembrar y cuándo cosechar, cómo vestirse para ir a la iglesia los domingos, etc. Las tradiciones están sujetas a cambios, a causa del resultado acumulado de múltiples imitaciones imperfectas, a menos que fuerzas externas impidan la desviación de la actividad en cuestión, que varía por momentos antes que continuamente. En cambio el tradicionalismo -imitación deliberada de algún modelo original- no está sujeto a cambios; si el tradicionalista cometió un error al copiar un modelo, ese error no pasará a la generación siguiente, que se remitirá al original antes que a la copia. La tradición tiene corta memoria, el tradicionalismo la tiene larga. Generalmente el tradicionalismo está sustentado por normas sociales. La tradición suele estar apoyada por una norma (como en el caso de decir cómo ha de vestirse uno para acudir a la iglesia) pero no necesariamente. Una persona que se desvía de la tradición, en cuestiones técnicas por ejemplo, es considerada por sus vecinos estúpida o excéntrica, pero no transgresora de una norma.
J. Elster, 1991, El cemento de la sociedad, p. 127.
El tradicionalismo político no es necesariamente una postura conservadora o reaccionaria, pues puede limitarse a una actitudmoderada ante los cambios, ya sean de pequeña o gran magnitud (revolución); pero lo más habitual históricamente ha sido la actitudcontrarrevolucionaria de quienes han sido denominados tradicionalistas. A pesar de ello, ciertas ideologías o movimientos políticosque abogan por una revolución social (como los que sustentaron los gobiernos de Nasser en Egipto o Perón en Argentina) se han identificado con un ideal de tradiciones dinámicas. Tradicionalismo radical es la denominación de una corriente política e intelectual en torno a la revista Tyr.


La expresión Hispanidad apareció en la segunda década del siglo XX para denominar a las personas, países y comunidades que comparten el idioma español y poseen una cultura relacionada con España. En ella se incluyen entre 30 naciones y algo más de 472 millones de personas, en África, América, Asia, Europa y Oceanía.
La idea de Hispanidad se encuentra a veces asociada a la llegada de los primeros españoles a América conducidos por Cristóbal Colón, el 12 de octubrede 1492. Esa fecha es recordada en diversas naciones hispanas, aunque con distintos nombres y significaciones.
Más recientemente el término ha sido relativamente postergado por denominaciones que pretenden abarcar a toda una zona con culturas similares como lo es Iberoamérica o expresiones que hacen referencia principalmente a la lengua común como países «de habla hispana», o literatura o música «en español». También se ha generalizado la identificación de «lo latino», que en Estados Unidos se utiliza como sinónimo de «hispanic» (hispánico). Algunos consideran que también se incluye a los países lusófonos, pues Lusitaniaformaba parte de la vieja Hispania y de hecho aparece como segunda entrada en el diccionario de la Real Academia Española, María Moliner y Enciclopedia Larousse.

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